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La Universidad de Aysén se encuentra sumida en una profunda crisis, y la falta de comunicación por parte de su rectora, Natacha Pino, ha desatado el descontento y la indignación entre los estudiantes. Las ocho carreras de esta institución se han unido en un paro académico para exigir respuestas claras y soluciones a demandas tanto académicas como transversales a toda la comunidad estudiantil.

Uno de los problemas más acuciantes que enfrentan los alumnos es la dificultad en la entrega de becas. Las becas de residencia carecen de información clara y precisa, lo que ha generado incertidumbre y preocupación entre quienes dependen de ellas para poder continuar sus estudios. Asimismo, las becas de arancel y el transporte fuera del recinto presentan serias deficiencias en su implementación, lo cual ha afectado directamente la vida académica de los estudiantes.

Otra demanda importante es la habilitación de la sede de calle Eusebio Lillo, la cual se encuentra en condiciones precarias e insalubres. Los alumnos exigen un ambiente adecuado para poder desarrollar sus actividades académicas de manera óptima. Además, la falta de espacios de inclusión y el acceso al 100% de la universidad son problemas que no pueden ser ignorados por la administración de la institución.

Los estudiantes, cansados de la falta de respuesta y la ausencia de diálogo por parte de la rectora Natacha Pino, han levantado su voz de protesta de manera contundente. Los medios de comunicación, conscientes de la importancia de esta lucha estudiantil, se han unido a los alumnos en su demanda, comprometiéndose a difundir sus comunicados y a respaldar sus exigencias.

Es hora de que la rectora Natacha Pino y su administración asuman la responsabilidad que les corresponde. La falta de comunicación y la indiferencia ante las demandas legítimas de los estudiantes no pueden ser toleradas. La Universidad de Aysén debe ser un lugar donde se promueva la excelencia académica, pero también el bienestar y la participación activa de su comunidad estudiantil.

Los alumnos exigen respuestas claras, soluciones concretas y una rectora comprometida con el diálogo y el entendimiento. La rectora Natacha Pino tiene la oportunidad de cambiar el rumbo y demostrar su compromiso con la educación y el bienestar de los estudiantes. La comunidad académica espera acciones concretas y un cambio real en beneficio de todos.

La lucha de los estudiantes de la Universidad de Aysén es una lucha justa, nuestros medios de comunicación estarán junto a ellos en este camino hacia la transformación y la construcción de una institución educativa mejor. Es momento de que la rectora Natacha Pino escuche y responda a las demandas de los alumnos, porque su silencio ya no puede ser tolerado.