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A miles de kilómetros de Chile se encuentra la Gran Muralla China, uno de los patrimonios de la humanidad de la Unesco, cuya extensa fortificación está compuesta por barreras naturales de la geografía de China y bloques de concreto, ladrillos y otros materiales.

Manteniendo las proporciones, nuestro país también puede jactarse de tener una «Muralla China» en su territorio, específicamente, en la región de Aysén. A diferencia de la asiática, la chilena es completamente natural y es reconocida entre las personas que practican escalada.

Hace poco se publicó un estudio —encabezado por científicos chilenos y europeos— que hace referencia al origen de este enorme macizo, situado en las cercanías de la ciudad de Coyhaique. Según se determinó, su procedencia sería submarina.

Así es la
Así es la «Muralla China» de Aysén (cedida por Hermann Rivas a Ladera Sur)

El origen de la «Muralla China» de Aysén

La investigación fue realizada por especialistas de la Universidad Mayor y la Universidad de Heidelberg, Alemania, quienes analizaron los ambientes de sedimentación de esta infraestructura rocosa y otras de la región sureña.

Así se determinó que la «Muralla China» chilena está formada por rocas calcáreas, las que estaban depositadas en un mar poco profundo durante la época del cretácico temprano; es decir, hace más de cien millones de años.

Vista panorámica de la
Vista panorámica de la «Muralla China» de Aysén (cedida por Hermann Rivas a Ladera Sur)

Según explica Ladera Sur, las rocas calcáreas también se conocen como calizas y «se producen por el depósito de fósiles de organismos calcáreos«, tales como corales, almejas, langostas, cangrejos, ostiones y erizos, por mencionar algunos ejemplos.

El término «calcáreo» es porque todas estas especies tienen un caparazón, esqueleto o concha compuesta por carbonato de calcio, fórmula química que se expresa como CaCO3.

Fragmentos de algas y erizos de mar en roca de la muralla (cedida por Hermann Rivas a Ladera Sur)

Más detalles entregó Hermann Rivas, geólogo y aspirante al grado de doctor de la universidad alemana: «Estas rocas corresponderían al desarrollo de sistemas calcáreos en un mar poco profundo en las cercanías de volcanes».

«Presentan un contenido fósil diverso, siendo posible reconocer coralesalgaserizos de marostras y algunos peces fósiles, los que apoyarían un ambiente de aguas relativamente frías», agregó el experto.

La misma composición de la «Muralla China» y el desgaste que ha sufrido son la respuesta de su popularidad entre los deportistas que practican escalada: «Estas rocas se han disuelto localmente, formando pequeñas cavidades llamadas ‘tifoni‘, las que favorecen y hacen esta pared tan atractiva para el escalador», concluyó Rivas.