[Columna] En los últimos años, la comuna de Río Ibáñez ha experimentado un crecimiento sostenido que debería beneficiar a todos sus habitantes por igual.
Sin embargo, resulta lamentable observar cómo el alcalde Marcelo Santana ha concentrado los recursos y las inversiones únicamente en Puerto Ingeniero Ibáñez, relegando a un segundo plano las necesidades de otros sectores igualmente importantes de la comuna.
Un ejemplo claro de esta centralización es la situación de la prometida costanera de Puerto Río Tranquilo, una obra que ha sido esquiva para los vecinos de este sector.
Pese a las expectativas generadas y a los compromisos asumidos, el alcalde Santana parece haber olvidado la importancia de este proyecto para la comunidad, dejando a los habitantes de Puerto Río Tranquilo con una sensación de abandono y frustración.
Otro caso emblemático es el del estadio de Puerto Río Tranquilo, un proyecto que quedó en el olvido y que refleja la falta de interés del actual alcalde por atender las demandas de la comunidad.
A pesar de las gestiones realizadas por los ciudadanos para la finalización de esta obra, la inacción persiste y el estadio sigue siendo una promesa incumplida.
No podemos pasar por alto el estado de abandono en el que se encuentra Puerto Sánchez, un lugar que alguna vez fue un punto de referencia para la comuna.
La falta de mantenimiento y de inversión en infraestructuras básicas ha dejado a sus habitantes en condiciones precarias, mientras el alcalde Santana parece priorizar solo la entrada comunal, dejando de lado a quienes residen en otros sectores.
Además, resulta imperdonable la negligencia en el rediseño de la planta de aguas servidas de Puerto Río Tranquilo.
La salud y el bienestar de los ciudadanos están en riesgo debido a esta situación, y es inaceptable que el alcalde no haya tomado medidas efectivas para resolver este problema fundamental.
La centralización de los recursos y la falta de atención a los sectores postergados no solo son injustas, sino que también van en contra del principio fundamental de representatividad y equidad que debe prevalecer en una gestión municipal.
Los habitantes de Puerto Río Tranquilo, Puerto Sánchez y otros sectores merecen igualdad de oportunidades y una distribución justa de los recursos.
Espero que el alcalde Marcelo Santana recapacite y reoriente sus esfuerzos hacia un enfoque inclusivo y equitativo, donde todos los sectores de la comuna de Río Ibáñez reciban la atención y el desarrollo que se merecen.
La diversidad de necesidades y expectativas de los ciudadanos debe ser tomada en cuenta, y es responsabilidad del liderazgo municipal velar por el bienestar de todos sus habitantes, sin distinciones ni exclusiones.