A comienzos de enero de 2024, un grupo de empresarios ganaderos de Coyhaique recibió un correo electrónico inquietante. El remitente, identificado como «semilladelmal2024@gmail.com», envió un mensaje con un tono amenazante y perturbador.
«Advertencia. Estás dentro de la lacra que se ha aprovechado por generaciones y que usufructa de beneficios obtenidos mediante engaños, abusos, uso de contactos y malas prácticas», decía el texto.
El mensaje mencionaba a otro empresario, al que calificaba de «narcotraficante», y advertía a los destinatarios que, si no querían correr la misma suerte que él –haciendo referencia al incendio intencional de un lodge de pesca en Ñirehuao en noviembre de 2023–, debían transferir 0.60 bitcoins a una cuenta específica. La cifra equivalía a unos 60 mil dólares, es decir, alrededor de 60 millones de pesos chilenos.
Al menos seis empresarios, entre ellos una autoridad regional en ejercicio y un exconsejero de Renovación Nacional, denunciaron el hecho ante la Fiscalía y la PDI, lo que dio inicio a una investigación. Sin embargo, se sospechaba que el número de víctimas era aún mayor, muchos de ellos integrantes de la Organización Agrícola y Ganadera Austral (Ogana).
Ataques y amenazas
Uno de los empresarios que denunció el correo fue Marcel Foessel Bunting, ingeniero civil industrial de 52 años y propietario de vastas tierras en la zona sur del país. Dividía su tiempo entre su campo en Ñirehuao y su residencia en La Reina.
El 29 de junio de 2024, su propiedad en Coyhaique fue blanco de un incendio intencional. Más adelante, el 6 de septiembre, mientras se encontraba en otro de sus predios, fue atacado a balazos mientras permanecía en su camioneta. Aunque resultó herido, sobrevivió al ataque.
Poco después, recibió un nuevo correo desde una dirección diferente: «libertadydignidad29@gmail.com». El mensaje no solo contenía insultos, sino también una amenaza directa: «Tenemos más balas con tu nombre…». Aterrorizado, Foessel comenzó a usar un chaleco antibalas mientras la Fiscalía avanzaba con las investigaciones. La PDI rastreó la dirección IP de los primeros correos hasta una modesta casa en el sector sur de Coyhaique, registrada a nombre de un hombre de 37 años con antecedentes por hurto y venta de CDs piratas. Se trataba, además, del hermano de un conocido narcotraficante de la zona, quien actualmente cumple condena en prisión.
Consultado por la prensa, el sujeto negó cualquier vínculo con el caso: «No tengo idea de quiénes son esos ganaderos, deben estar equivocados. Jamás he recibido una notificación, y si fuera cierto, mi abogado me lo habría mencionado».
Un giro inesperado
Sin embargo, Foessel no solo enfrentaba amenazas y atentados. A comienzos de febrero, el Tercer Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago lo condenó a tres años y un día de prisión por abuso sexual impropio contra una menor de edad, ocurrido entre 2016 y 2017 en su casa de La Reina.
Durante el juicio, él negó las acusaciones y desestimó otra denuncia presentada en 2023 por una expareja, quien lo acusaba de haber abusado de su hija. A pesar de sus argumentos, el tribunal lo encontró culpable y le otorgó el beneficio de la libertad vigilada intensiva.
Cercanos a Foessel aseguraban que estaba decidido a buscar la nulidad del juicio, pero dos días después de su condena, el 9 de febrero, fue asesinado en su campo en Villa Ñirehuao, cerca de Río Largo. Según información recopilada por El Mostrador, recibió al menos dos disparos, uno de ellos en la cabeza. Sin embargo, el certificado de defunción emitido por el Servicio Médico Legal aún no especifica la causa oficial de muerte.
El caso tomó relevancia pública cuando su hermana, Andrea Foessel, publicó en Facebook un mensaje en nombre de la familia confirmando el asesinato. Consultada por los medios, declinó dar declaraciones, argumentando que la investigación sigue en curso y que confían en que las autoridades esclarecerán los hechos.
Investigación en marcha
El Fiscal Regional (s) de Aysén, José Moris, aseguró que la PDI conformó un equipo especializado para investigar el caso. «Estamos evaluando varias hipótesis sobre lo ocurrido y cómo sucedió», señaló, confirmando que hubo intervención de terceros y describiendo el caso como complejo debido a la escena del crimen y la lejanía del lugar.
Por su parte, el prefecto inspector Javier Valenzuela, jefe de la PDI en la zona, informó que se reforzó la Brigada de Homicidios con especialistas de distintas unidades del país. «Realizamos un rastreo exhaustivo del sitio del suceso con apoyo aéreo y un equipo de búsqueda subacuática en el Río Ñirehuao», detalló.
El caso sigue abierto y las interrogantes son muchas. ¿Estaban realmente relacionadas las amenazas con su condena penal? ¿Quién o quiénes fueron responsables de su muerte? Mientras las autoridades avanzan en la investigación, la incertidumbre sigue rodeando la historia de Marcel Foessel Bunting, un hombre que pasó de ser víctima a victimario, y que finalmente encontró un trágico final en su propia tierra.